viernes, 23 de octubre de 2009

El sexo y hacer el amor tienen un punto en común que ambos comparten, y es cuando ambos se unen y alcanzan su intimidad plena en una relación sexual. El punto convergente es la relación sexual como tal, pero en lo demás hay diferencias amplias en cuanto a tener sexo y hacer el amor se refiere.La persona que desea sólo sexo difiere de una persona que hace el amor en sus motivaciones. Usualmente se relaciona hacer el amor con tener sexo, con tener un encuentro íntimo. No es así. Hacer el amor, es decir, construir amor va mucho más allá que el simple coito sexual. Las relaciones que tienen a uno o a los dos sobre la base de motivaciones sexuales solamente están condenadas a desaparecer. En cambio las otras relaciones que se basan en el respeto mutuo, en la consideración, en los detalles y la iniciativa, dicho de otra manera, aquellas que de verdad hacen el amor, lo construyen son más estables y aunque puede darse el caso de no funcionar, no dejará necesariamente corazones despedazados, rotos e historias amargas a consecuencia de relaciones que se mueven sólo por instintos bajos.

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Mi ultima lagrima

Mi ultima lagrima
La ultima lagrima que mi corazón derramará por vos, es la que ves.